lunes, 14 de abril de 2014

Una alegría y una decepción


Judías atacadas por el bicho
 Desde mi vuelta de Barcelona tengo muchas tareas pendientes en el huerto. Además de desherbar todos los bancales, que estaban llenos de ortigas y otras malas hierbas, me toca replantar y sembrar para no quedarme muy atrás. Algunas siembras se tenían que haber hecho ya, pero mi súbita salida hacia la Ciudad Condal me estropeó los planes de siembra. Ahora no queda otro remedio que hacerlo, aunque sea tarde.

 Este año me parece que no plantaré patatas. Pese a que un amigo me había cedido un pequeño terreno para ello, me temo que no lo voy a hacer. Una vez más el futuro es incierto, no sé si tendré que mudarme una vez más, por lo que no se me antoja nada limpiar una nueva tierra y acondicionarla. La primera vez, como sabréis, es un gran trabajo. Una vez ya está trabajada el esfuerzo es menor, pero no me veo con fuerzas de prepararlo todo para quizás tenerlo que abandonar.


 Por otra parte, en lo que no desisto es en preparar nuevos planteles. Quizás como ya he dicho para alguno ya es tarde, pero lo voy a hacer de todos modos. Hoy he preparado unos con acelgas, berenjenas y guisantes (por si los de la tierra no salen). Por otra parte hice un par de macetitas con capuchina y con alcachofa. Normalmente esta última se planta de estaca, arrancando los brotes que le salen a las que ya están en la tierra y plantándolas en un nuevo sitio. Yo, por no comprar y por experimentar un poco, he decidido hacerlo desde semilla. No las compré, si lo tuviera que hacer quizás ya compraba la estaca, sino que rescaté las semillas que obtuve de las que tenía en Barcelona.

Sobre de las judías
 Unas semillas con las que me llevé una gran decepción han sido con las judías. Había comprado unas en un puesto un día que se reunía la Rede Galega deSementes en Redondela, guardándolas en la caja de semillas caseras (tengo una caja para las compradas de marca y otra caja para las producidas en casa/de manera amateur). Un día, antes de marchar para Barcelona, había abierto dicha caja, dentro estaba lleno de unos bichitos negros. Por mucho que busqué no encontré de donde salían. Por lo que los quité y supuse que se habrían colado de fuera. Para mi sorpresa, hoy volví a abrir dicha caja y volví a ver los bichitos. Una vez más la vacié, pero no vi de dónde salían, hasta que abrí el sobre de las judías. Estaba bien cerrado, por lo que no supuse que podrían salir de ahí. Pero las judías estaban llenas de agujeros. Los bichos se habían dado un festín, dejando las semillas inservibles.
Fesas en flor
Pese a tanta noticia algo negativa, siempre queda momentos para la esperanza y la alegría. El de esta semana han sido las fresas, repletas ya de flores. En breve inundarán su bancal con el típico color de su fruto, el rojo. Para darles un poco más de cuidados, tanto a ellas como al resto de plantas, empezaré a acolchar los bancales. Ahora que se acerca el verano y la temporada de lluvias se empieza a marchar, agradecerán la paja sobre la tierra. Así lo que conseguiremos es que se mantenga más la humedad en el sustrato, evitando los efectos del sol abrasador sobre la tierra.

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