Para comenzar este
blog, creo que sería adecuado empezar por la definición de agricultura
ecológica o biológica. En cada publicación, y en los diferentes sitios de la
red, aparece definida de muchas maneras, pero aquí lo vamos a hacer de manera
resumida y atendiendo los criterios comunes y generales.
Se podría decir que
la agricultura ecológica es aquella que no emplea productos químicos (o mejor
dicho, “no naturales”), tanto para la alimentación de la planta, (abonos
químicos) como para protegerla (insecticidas, herbicidas, etc.).También es
aquella que se esfuerza en conservar la biodiversidad del huerto y en estudiar
las necesidades naturales de las plantas y sus posibles combinaciones, para que
se protejan y se ayuden unas a otras en el crecimiento y desarrollo, aumentando
la producción, evitando plagas y enfermedades o simplemente, permitiéndonos
aprovechar mejor el espacio.
Así, pasamos de los
abonos químicos, altos en concentraciones NPK (los compuestos que más absorbe
la planta), a compost, estiércol, abonos líquidos naturales, etc, que nutren a
la planta con los elementos principales anteriormente citados y muchos
micronutrientes, (como calcio, magnesio, etc.), evitando que; se desequilibre
el consumo de elementos por parte de la planta, y que podamos sufrir un exceso
de acumulación de ciertos nutrientes en la tierra. A su vez, aumenta la
biodiversidad en el huerto. Otra ventaja del abono orgánico sobre el químico, es
su persistencia en el terreno, ya que el compost, por ejemplo, irá liberando
nutrientes poco a poco, por lo que la planta dispondrá de los nutrientes más
tiempo. Por la contra, el abono químico es más susceptible de ser lavado por el
agua de la lluvia.
Los insecticidas
serán sustituidos por extractos de plantas, y otros remedios de carácter más
localizado, con el fin de poder comernos los alimentos sin riesgo para la salud
y respetar la biodiversidad (y con ello a todos esos insectos y animalitos que
se encargan de comerse a nuestras plagas).
Los herbicidas serán
sustituidos por el “acolchado”. Una técnica que consiste en cubrir el suelo con
paja y restos vegetales del huerto, con el fin de que no salgan hierbas que
compitan con las nuestras y de conservar mejor la humedad en el suelo. (Y
aumentar la biodiversidad).
También es importante, el abandono del monocultivo, a favor
de la plantación de múltiples variedades combinadas. Es decir, examinar
combinaciones favorables entre especies, las cuales se ayudarán en diferentes
aspectos a lo largo del desarrollo, ya sea ahuyentando a posibles plagas,
consumiendo diferentes nutrientes, teniendo ciclos de diferente duración…
Como veis, la agricultura biológica implica cambios sobre la
agricultura industrial, que en casos de grandes extensiones pueden suponer un
problema. Pero a nivel particular no supone tanto esfuerzo y puede tener
grandes recompensas, pues la productividad no debería caer demasiado y el sabor
de los productos supera con creces a los del mercado. También decir, que la
biodiversidad se vuelve imprescindible en un huerto biológico, por lo que
trataremos de eliminar lo que causa el problema en nuestras plantas, pero no
erradicar cualquier cosa que se pose en la planta. Pues muchos de los bichos
que eliminamos son en realidad voraces depredadores, que en estado natural,
protegen de las plagas y desequilibrios a los que se pueda ver expuesto nuestro
huerto, jardín, etc.
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