Separando a las gallinas

Gallina de Mos

Tras el reciente descubrimiento de ratas viviendo bajo el gallinero, día a día iba desapareciendo una asombrosa cantidad de comida. Es lógico, se lo estaban comiendo todo los roedores, para mi desesperación y la de las gallinas, que veían como unos animalillos le dejaban sin nada.

Los primeros días decidí poner unas trampas, en vez de veneno, el cual no me convence demasiado. Tengo miedo de que por alguna razón pueda acabar siendo comido por las gallinas, lo que haría peor el remedio que la enfermedad.

Además, todo lo que suene a veneno no me suena bien, por lo que intento evitarlo a toda costa (sin hablar ya de lo poco ecológico que debe ser). Las trampas no han tenido demasiado éxito últimamente. Han aprendido a coger el cebo y escapar. En los últimos días he atinado un poco mejor, ya que desapareció una trampa, y en los alrededores de otra había manchas de sangre. La que desapareció ha sido un misterio, sobre el cual he creado dos teorías: la primera es que maté a una rata, un búho (o semejante) la vio, y se la llevó (con todo puesto). La segunda es que no llegué a matar del todo a la rata y salió corriendo con ella.

Gallina de Mos

 En los últimos días les estoy retirando toda la comida cuando anochece, para evitar que se peguen el festín cada día. Seguro que ya se pegan uno bueno con todo el pienso del suelo…

Por otra parte, una de las gallinas ha empezado a picotear a la otra debajo del pico. Ha debido empezar hace poco, pues apenas le ha sacado unas cuantas plumas y le ha irritado la zona, dejándosela bastante roja. Según he leído sobre el tema, las gallinas tienen fijación en picotear la sangre y a otras gallinas que tengan heridas o similar, por lo que he acabado por separarlas. No paraba de picotearla. No se si el motivo será el pienso, el cual esta vez lo he comprado en harina. Si está muy molido quizás se llenan antes y luego se aburren más… De momento quedan separadas de día, aunque no de noche, porque no tengo otro gallinero ni tiempo construir uno rápido. La medida tomada ha sido simple, dividir el corral en dos con una pequeña valla que apenas me llega a la cintura. Estas gallinas, con lo grandes y pesadas que son apenas vuelan, con lo que se queda cada una en su lugar. Se echan en falta, lo noto, empiezan a piarse y se pegan a la valla que las separa. Con los días veré la evolución y si la medida ha sido suficiente.