El acolchado, también llamado por su nombre en inglés "mulching",
es una técnica de cultivo consistente en cubrir el suelo con un material
normalmente orgánico, aunque puede ser plástico o de otra sustancia. En agricultura
ecológica se suele emplear el orgánico, pues además de liberar con el tiempo
algunos nutrientes, permite un buen intercambio de aire con la tierra. El
acolchado más típico es el formado por paja, también llamado
"empajado".
¿Por qué utilizar el acolchado?:
En primer lugar, se utiliza el acolchado para proteger el suelo
de
los efectos climáticos, los cuales, a través de la lluvia, el sol abrasador, el
hielo, y demás fenómenos meteorológicos, erosionan la superficie, compactándola,
barriendo sus nutrientes, secándola, helándola...
Acolchando la tierra evitamos
que el sol de verano seque y caliente en exceso la superficie del suelo, y que
en invierno o por la noche la hiele. Evitamos que las lluvias torrenciales
golpeen el terreno desnudo, impidiendo que se compacte y que se lave.
En segundo, si su espesor es suficiente, nos ayudará a combatir las malas
hierbas impidiendo que crezcan, y las que asomen tras la manta de
acolchado, se arrancan de raíz con increíble facilidad.
En tercer lugar, nos servirá como abono de liberación lenta, aunque eso
dependerá de con qué hagamos el acolchado. Si lo hacemos con compost joven, con
hierba, con los restos de abonos verdes... nos aportará lentamente un
poco de nutrientes. Por el contrario, si es de paja, plástico o piedras, no nos
aportará nada, o muy poco.
¿Cuando usar el acolchado?
Se recomienda usarlo todo el año, salvo en primavera que si queremos se
puede retirar un poco y posteriormente volver a poner. En invierno debe tener
un espesor menor, para favorecer la aireación del terreno.
¿De qué está hecho?
Puede estar formado por innumerables materiales, la paja es la más
utilizada, por su buena aireación y porosidad ante el agua, el compost joven es
muy apropiado también, pero es poco usual. También podemos utilizar con buenos
resultados helechos, piedras, cortezas de pino, estiércol, abonos verdes... Los materiales
más secos, serán adecuados también para acolchar frutos que se estropean al
entrar en contacto con el suelo, como las fresas.
¿Qué espesor deberá tener?
El espesor dependerá directamente del material utilizado. Los materiales con
mayor contenido en agua, como la hierba recién cortada, tenderán a asfixiar un
poco el terreno, por lo que deberemos poner un grosor menor. Por el contrario
con paja podremos colocar unos 5
cm.
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