Calçot, de variedad gallega, brotando |
Esta semana han empezado a brotar las cebollas que planté hace unas semanas para calçots, lo que me hizo recordar que tenía que plantar más. No creo que haga una gran calçotada, pero es más que nada probar el sistema. Las que primero han empezado a brotar son las que le había recortado la punta del bulbo antes de plantarlo. Las otras, que básicamente puse en la tierra tal cual, medio enterradas, aún no han cambiado en absoluto. Siguen igual, como si las hubiera plantado ayer. No evolucionan ni para bien ni para mal, por lo que hace que se confirmen mis sospechas. Finalmente creo que se deben plantar sin la punta. Así me lo habían dicho, así las había plantado hace dos años, pero aún así sentía la necesidad de experimentar.
Una vez que van creciendo es adecuado ir tapando el brote verde con tierra. Cuanto más lo tapemos, más parte blanca y comestible tendremos, pues la falta de luz es lo que le hace blanquear. Eso sí, siempre hay que dejar algo verde fuera. Es, a muchos efectos, muy parecido a los ajos tiernos, o a un simple puerro. La época de recolección es entorno a febrero, si la memoria no me falla, pero básicamente se pueden coger cuando uno quiera, cuando los vea a su gusto. Mi tamaño ideal el ligeramente superior al de un dedo, pero hay que ver la cosecha entera o la parte que vayamos a arrancar, no ejemplar a ejemplar, dado que no se come uno solo, sino que se hacen a la brasa en manojos.
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