jueves, 13 de junio de 2013

Experimento con las patatas

Patatas sobre paja


Las patatas son, a mi modo de ver, uno de los cultivos más importantes. De una o dos siembras hay que sacar para todo el año, ya que si se recogen una vez seca planta de la patata, durarán todo el invierno hasta el verano siguiente, cuando volvamos a tener una nueva cosecha.

Desde que las recogí por última vez, hasta que las planté este año han pasado varios meses, que me han servido para seguir documentándome sobre agricultura y avicultura, entre otros temas. Y en ese tiempo me convencí de su plantación en paja. Todo eran ventajas, según los partidarios de este método, lo que me hizo tener una curiosidad creciente por probarlo en mis carnes.

Como ya he dicho, me parece que esta cosecha sería una pena perderla. Es un producto relativamente importante en mi dieta y no se cultivan de manera progresiva como podría ser una lechuga, que se puede plantar una tras de otra. Por lo que decidí probar los dos sistemas. En un bancal planté de la manera tradicional,
es decir, poniendo las patatas en un surco y tapándolas ligeramente. En otra zona labré la superficie, posé la patata sobre ésta, puse un cartón encima y tapé todo con paja.

Planta de patata
Transcurrido un tiempo, brotó un poco antes la plantada en tierra, pero la de paja no se hizo esperar. Me fui a Barcelona más de mes y medio y a mí vuelta ahí seguían, excepto alguna planta que había desaparecido. Pero también descubrí ratas y ratones en el gallinero. Para luchar contra éstas una medida era clara, sacar el pienso del gallinero cada noche y volverlo a poner por la mañana. Lo que al poco derivó (o lo mismo simplemente fue casualidad) en que las plantas de patata que había plantadas en tierra comenzaron hundirse literalmente en la tierra. Yo lo achaco a las ratas, aunque podría ser un topo, o similar.

 En cuanto a las que yacen bajo paja, cogieron hongos en mi ausencia, pero siguen casi todas. Planté un menor número, pero parecen que aguantaron mejor. Eso si, también creo que darán menos Kg. de producto. Los hongos, los intento combatir con una mezcla de cobre y azufre, ambos considerados ecológicos. Aunque un hongo, una vez se ha metido, difícil arreglo tiene.

El resultado aún no sé cual será. Aquí en Santiago está haciendo muy mal tiempo, lo que me hace temer por varios cultivos. Cuando llegue la cosecha espero tener, por lo menos, algo que cosechar.

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