martes, 14 de mayo de 2013

Separando a las gallinas



Gallina de Mos


Tras el reciente descubrimiento de ratas viviendo bajo el gallinero, día a día iba desapareciendo una asombrosa cantidad de comida. Es lógico, se lo estaban comiendo todo los roedores, para mi desesperación y la de las gallinas, que veían como unos animalillos le dejaban sin nada.

Los primeros días decidí poner unas trampas, en vez de veneno, el cual no me convence demasiado. Tengo miedo de que por alguna razón pueda acabar siendo comido por las gallinas, lo que haría peor el remedio que la enfermedad.

sábado, 4 de mayo de 2013

Impresiones tras la vuelta

 He pasado bastante tiempo fuera, y a mi vuelta todo estaba diferente. Lo primero que corrí a ver eran las gallinas. Ahí estaban, en su sitio, deseando que les tirara algo de comer. El huerto, como es lógico, también seguía donde lo dejé, pero entre una selva de hierbas que alcanzan más de medio metro de altura. No se que pasó en mi ausencia, pero parece que ha pasado un año.

Un grata sorpresa, como son estos tulipanes, embellecían el camino de piedras que estoy haciendo. Por otra parte, las hortensias siguen en su crecimiento, pero si llega a ser por ellas, pensaría que solo me fui dos días.

Algunas plantas han desaparecido, entre ellas el perejil y los guisantes (aunque queda alguno como testigo de su existencia), casi seguro que sucumbieron ante caracoles y babosas. Por otra parte, las patatas asomaban preciosas, los ajos tiernos sanos y fuertes, al igual que puerros, lechugas y cebollas. El problema con el que me he topado, hablando de puerros y ajos tiernos, es no haberlos apocado. El apocarlos consiste en tapar ligeramente el tallo, para que la planta blanquee, lo que convertirá en el caso de estos dos, la parte verde en comestible. No he podido hacerlo en mes y pico, por lo que comeré ajos tiernos y puerros con menos parte aprovechable.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...